Es como un abrazo líquido que te llena sin pesadez. Ideal para las mañanas en que te cuesta arrancar o para una tarde en modo mantita y silencio.
Nunca pensaste en un smoothie caliente, ¿verdad? Suena raro, pero tiene sentido:
Cuando estás menstruando, lo frío puede caer pesado. Este smoothie tibio es como un latte cremoso con alma de banana bread.
Calientito, suave con la digestión y justo lo que el cuerpo pide cuando está en modo “déjame en paz pero abrázame”.