Cosas que vimos, tocamos, compramos (o no)… pero ahora no podemos sacar de la cabeza. Cada obsesión tiene un recuerdo, una textura o un olor específico.
No sabemos si fue el viaje o el jetlag, pero todo se sintió un poquito mágico.
Tried & Loved
1. Masajeador de cráneo de Aveda (Cosme Tokyo)
Lo usamos en el hotel después de un día caminando 20,000 pasos. Nunca volvimos a ser las mismas.
No sabíamos que el cuero cabelludo podía guardar tanta tensión hasta que lo soltamos.
Este masajeador es redondo, de cerdas suaves, y tiene el diseño perfecto para masajear shampoo, estrés y pensamientos repetitivos. Además, es precioso.
Ahora lo usamos cada vez que necesitamos reset físico y mental.
2. El aceite para el pelo de &Honey
Lo vimos en cada farmacia. Lo ignoramos. Hasta que lo probamos.
Tiene esa textura ligera pero nutritiva que no engrasa, solo deja brillo tipo “recién peinada sin esfuerzo”.
El frasco parece de miel líquida (y huele así también).
Nos arrepentimos de no haberlo comprado en tamaño industrial.
3. Los parches para pies marca LION Kyusoku Jikan
Los compramos en Kyoto. Después de 12 horas de caminar. Lloramos de felicidad.
Los pones en las plantas de los pies mientras duermes.
Y aunque no sabemos si eliminan toxinas, sí eliminan drama.
Compramos varios. Luego más. Y aún así sentimos que nos faltaron.
Tiny Joys
4. El enchinador de pestañas de Shu Uemura
Mientras todo el internet hablaba del de Shiseido, nosotras sabíamos que la verdadera joya era este.
No pellizca. No truena. No hace el doble quiebre raro.
Levanta como si tus pestañas estuvieran en paz con la vida.
Nos gustó tanto… que compramos tres.
In the Cart
5. Parches Salonpas Hisamitsu
Los compramos “por si acaso” y terminamos buscándolos como tesoro.
Sirven para cuello, espalda, cólicos, lo que se te ocurra.
Ahora sabemos que los venden en la tienda china de División del Norte (random pero útil).
Y nunca más viajaremos sin ellos.
Can’t Stop Thinking About It
6. Polvo facial limpiador Suisai Beauty Clear Gold (el dorado)
Sí, lo compramos. Pero no sabemos qué vamos a hacer cuando se nos acabe.
Viene en un frasquito que parece cápsula espacial, y el polvo se transforma en una espuma suave de otro planeta.
El azul bebé nos gustó, pero el dorado fue el verdadero hit.
¿Será que un día hacemos nuestra propia versión BEA? Help.
7. Los MEXICO 66 SABOT de Onitsuka Tiger
Los vimos en Tokyo. Los seguimos viendo en nuestra mente.
Mitad sneaker, mitad mule, 100% necesidad estética.
Son ese tipo de zapato que hace que tu look se vea pensado aunque solo te hayas puesto bloqueador y salido.
Llevan meses susurrándonos: cómprame. No hemos dicho que no.
